Era el año 1975 cuando el matrimonio Labra, con algunas opciones en mente, decide finalmente viajar con destino a nuestro Ecuador, tras el golpe de Estado sucedido en su natal Chile. A su llegada a la ciudad de Guayaquil tenían la idea de vender empanadas, un producto hasta entonces poco conocido. Comenzaron con su propósito, con un pequeño Quiosco ubicado en las calles Chimborazo y Huancavilca. Pero en ese entonces el negocio no dio resultado, por lo cual la necesidad los llevo a dejar temporalmente la labor y a cada uno buscar un trabajo.